Miles de profesionales sanitarios volvieron a concentrarse ayer por la mañana durante un cuarto de hora frente a los hospitales y los centros de Atención Primaria de todo el País Vasco para exigir a Osakidetza que reabra la negociación y denunciar públicamente su actual situación laboral por segunda vez en apenas una semana. En su particular batalla por alcanzar un «convenio colectivo con contenido para todos y todas», cerca de 5.000 trabajadores de la red sanitaria vasca se sumaron a las concentraciones de quince minutos convocadas ayer por los sindicatos ELA, SATSE, LAB, CC OO, UGT, ESK y UTESE en nueve hospitales vizcaínos, cinco guipuzcoanos, cuatro alaveses y los centros ambulatorios.
Tras felicitar a todos los trabajadores por la «masiva participación» en los paros, las centrales sindicales exigieron al Servicio Vasco de Salud y «a quienes mal gestionan» Osakidetza que «escuche y atiendan» las reivindicaciones que plantean sus profesionales «por el bien de las condiciones de toda la plantilla y del derecho de la ciudadanía a una sanidad pública de calidad».
«Medidas más radicales»
La de mañana no será la última concentración que convoquen los sindicatos para exigir a Osakidetza que reabra las negociaciones después de haber firmado el convenio «únicamente» con los médicos. Las centrales sindicales no descartan realizar paros de varias horas en los hospitales y centros ambulatorios en lo que podría traducirse como el principio de una guerra abierta entre los trabajadores y el Servicio Vasco de Salud.
La plantilla de Osakidetza, formada por 29.000 empleados entre fijos y eventuales, exige al departamento dirigido por Gabriel Inclán «una subida salarial similar a la firmada con los médicos, la redistribución de las cargas de trabajo con el aumento de la plantilla, una carrera profesional para todo el personal «y con los mismos criterio», la definición de funciones y «medidas reales» para rejuvenecer la plantilla».
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