Es el ensayo de un golpe de Estado. Si triunfan pueden hacer lo que quieran. Atacarán a otros sindicatos democráticos, la educación, la salud, las pensiones
Mientras en el Ángel de la Independencia, en pleno centro de la Ciudad de México, se celebraba la clasificación de la selección nacional al Mundial, con este distractor, el gobierno espurio de Felipe Calderón, las transnacionales españolas y gringas que persiguen la privatización del jugoso negocio energético y de transmisión de datos por redes de fibra óptica, en definitiva, los imperialismos, asestaban otro golpe al sindicalismo combativo, al movimiento obrero organizado más democrático y a la empresa pública, la paraestatal Compañía de Luz y Fuerza del Centro (LyFC).
Poco antes de las 23:00 horas (hora de la Ciudad de México) del día sábado 10 de octubre fuerzas federales armadas asaltaron y ocuparon metralleta en mano las instalaciones y centros de trabajo de LyFC en varios lugares del país, desalojando a los trabajadores de turno. Primero se asaltó militarmente y luego, al día siguiente, el domingo 11 de octubre, el gobierno espurio “decretó” la liquidación de LyFC, y en los hechos el despido de 44 mil trabajadores, condenando a sus familias, mujeres e hijos, a la miseria. Toda la normativa legal, laboral ha sido violada. Esta es la verdadera cara de la falsa “democracia” burguesa. Lo que cuenta no son votos, consenso, acuerdos o avisos previos sino las botas militares.
Es un ataque fascista sin precedentes cercanos, en efecto una declaración de guerra a toda la clase obrera organizada. Un ataque a una organización hermana es un ataque a todos, un ataque a nuestra clase.
Desde que el fraude electoral de 2006, elaborado en Washington y Madrid, pusiera en la silla presidencial de México al espurio usurpador Calderón sólo se han sucedido ataque tras ataque a los derechos democráticos, políticos, laborales y sindicales. Si a los trabajadores de la Unión Nacional de Técnicos y Profesionistas (UNTyPP) de PEMEX se les negó el reconocimiento legal a su sindicato, la antidemocrática “toma de nota”, ahora de un plumazo se intenta liquidar un sindicato cesando la fuente de trabajo.
Martin Galdona
http://www.lahaine.org/index.php?p=2993
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