martes, 25 de noviembre de 2008

El PSE exige un voto secreto ante la incertidumbre en la fusión de BBK y Kutxa
Patxi López se entrevistó ayer con los presidentes de las dos cajas, a quienes pidió que «paren esta integración» porque «nacería mal»

El Partido Socialista ha enviado un requerimiento notarial a la BBK y la Kutxa en el que les reclama oficialmente una votación secreta el próximo viernes, cuando el proyecto de fusión de las dos entidades sea sometido al refrendo de sus respectivas asambleas. La opción, descartada hace dos semanas por las cajas, «está siendo estudiada» ahora «por los servicios jurídicos», han confirmado fuentes de las dos instituciones. De forma paralela a la petición, el secretario general de los socialistas vascos, Patxi López, se reunió ayer con los presidentes de las cajas vizcaína y guipuzcoana, Xabier de Irala y Xabier Iturbe, a quienes pidió que «paren esta fusión» porque a su juicio «nacería mal».
La exigencia de voto secreto formulada por los socialistas tiene como objetivo formal «garantizar la privacidad de las decisiones» de las cien personas que forman parte de cada una de las asambleas. Detrás, sin embargo, subyace la idea de que una votación sin publicidad puede ser más 'rentable' en esta ocasión: aumenta el grado de incertidumbre que ya existía sobre el resultado del escrutinio en la entidad guipuzcoana; permite que el transfuguismo de votos, en uno u otro sentido, se produzca con mayor facilidad; y, por si fuera poco, se evita que personas concretas o formaciones políticas y sindicales sean identificadas como los responsables de haber favorecido la fusión o, justamente, de todo lo contrario.
Escenario turbio
Conforme se acerca la fecha de las votaciones, se han incrementado de forma exponencial los rumores en torno a la hipótesis de que se produzca una fuga de votos. Sobre la mesa circulan ya todo tipo de opciones. Entre ellas, la de que miembros de la candidatura avalada por el PSE están dispuestos a apoyar la fusión; la de que algún integrante del bloque del Partido Popular puede no asistir a la asamblea, para rebajar así las exigencias de quórum, como resultado de una negociación secreta; e, incluso, que alguno de los representantes de Comisiones Obreras en la Kutxa guipuzcoana pueda romper la disciplina de la organización para oponerse a la integración de las dos cajas. En síntesis, un panorama absolutamente abierto.
A pesar de lo delicado de la situación, fuentes del PSE aseguraron que el asunto no fue abordado ayer en el encuentro que mantuvo Patxi López con los presidentes de las cajas. La reunión, indicaron, se centró en el proceso de fusión, en sus ventajas e inconvenientes. Esta era la primera vez que los máximos responsables de las entidades vizcaína y guipuzcoana se sentaban con el líder de los socialistas vascos y candidato a lehendakari desde que anunciaron, a principios de septiembre, su deseo de arrancar una operación a dos.
Tras las elecciones
López reiteró ante los dos presidentes su convicción de que «deben parar esta fusión», que nacería 'coja' porque en su opinión parte de un consenso extraordinariamente débil; deja desairada a la Vital alavesa que preside su compañero Gregorio Rojo y, además, podría generar problemas institucionales.
El número uno del PSE también transmitió a Irala e Iturbe su disposición a rescatar las negociaciones en torno a una fusión a tres y abrir una reflexión sobre el mejor modelo para integrar a BBK, Kutxa y Vital. Una opción que, estiman los socialistas, puede abordarse tras las elecciones autonómicas de marzo, ya que exigiría un cambio de la ley.
En la misma línea, añadieron, López advirtió a los presidentes de las cajas de que retomar en el futuro la integración con laVital, después de formada la nueva Kutxa, «sería muy complicado».

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