El Ayuntamiento rechaza las alegaciones de Mao Mao y mantiene su cierre cautelar
Seguridad Ciudadana cree que los dueños de la discoteca, denunciada por exceso de aforo, recurrirán al Contencioso
LUIS GÓMEZ
BILBAO
l.gomez@diario-elcorreo.com
El Ayuntamiento de Bilbao desestimó ayer las alegaciones presentadas por los propietarios de Mao Mao Beach y decidió mantener el cierre de la discoteca por rebasar en «infinidad de ocasiones» el exceso de aforo. El área de Seguridad Ciudadana se reunió para estudiar las sanciones a imponer a los dueños de esta sala de fiestas de Zorrozaurre, que no abrió sus puertas el pasado fin de semana tras ordenar el precinto cautelar de sus instalaciones, como adelantó este diario.
El Consistorio incoó el pasado año cuatro expedientes sancionadores contra este club, promovido por un ex concursante del programa televisivo 'Gran Hermano', debido a las «reiteradas veces» que sus propietarios han superado ampliamente el aforo máximo de la sala, con capacidad para 463 personas. En lo que va de año, la concejalía que dirige Eduardo Maiz ha impuesto otras tres multas a esta discoteca por el mismo motivo e infringir la normativa de Espectáculos Públicos y Actividades Recreativas del Gobierno vasco. Las numerosas inspecciones realizadas por la Policía Municipal han constatado la presencia de más de 800 personas en el interior del local, aunque el número de clientes ha llegado a superar «alguna vez» el millar de asistentes. Las infracciones cometidas están consideradas «graves o muy graves».
«Graves perjuicios»
Pese a la repetidas infracciones, los responsables de Mao Mao, abierta en septiembre de 2005, presentaron un recurso contra el Ayuntamiento, alegando la «desproporcionalidad» del acuerdo municipal y los graves «perjuicios» económicos que acarrearía la clausura de la discoteca, que años atrás funcionó con otro nombre -Columbus- y gestionada por empresarios distintos a los actuales.
Sin embargo, la Administración bilbaína ha rechazado las alegaciones y ha decidido mantener tanto el cese de actividad como el cierre cautelar del equipamiento, que se prolongará de forma indefinida, salvo que un juez decida lo contrario. Portavoces municipales expresaron ayer, en este sentido, la posibilidad de que los demandados interpongan un nuevo recurso contra el Ayuntamiento y que posteriormente acudan al Contencioso, «puesto que las resoluciones judiciales suelen ser bastante rápidas y podrían permitir reanudar la actividad de forma cautelar, cumpliendo escrupulosamente la ley».
Frente al criterio municipal, los responsables de la sala aseguraron que se limitarán a «esperar» y a comprobar la respuesta del alcalde, al que han solicitado «una entrevista» para intentar resolver «esta situación. Nosotros veremos qué podemos hacer por las buenas. Depende de por dónde salgan, actuaremos», advirtieron.
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