Activistas de Greenpeace bloquean la entrada de la central nuclear de Garoña
Unos 60 activistas de Greenpeace bloquearon esta mañana la entrada de la central nuclear de Garoña, en Burgos, para exigir al Gobierno «el complimiento de su compromiso de cierre de las centrales nucleares» y la «clausura inmediata» de esta central.20 Noviembre 08 - 8:06 - Burgos - Efe
Según informó la organización ecologista, a las 6.00 horas, los activistas instalaron un contenedor en la entrada principal de la central. En su interior, explicaron, se encontraban una decena de activistas de la campaña ‘Yo soy antinuclear’, «preparados para resistir y equipados para transmitir su experiencia antinuclear a la sociedad, así como recordar la inviabilidad de la energía nuclear». Al mismo tiempo, otro grupo de activistas se encadenó a la puerta de la central nuclear, con pancartas con el lema: ‘Garoña, cierre ya’. La acción de «protesta pacífica» de Greenpeace se enmarca dentro de la campaña ‘Yo soy antinuclear’ y persigue recordar a la opinión pública el compromiso electoral del PSOE de «sustituir de forma gradual la energía nuclear en España por energías seguras, limpias, y menos costosas, cerrando las centrales nucleares»., El director ejecutivo de Greenpeace, Juan López de Uralde, afirmó que «es hora de que el Gobierno socialista cumpla su compromiso de cerrar Garoña y las demás centrales nucleares». «El presidente Zapatero cometería un grave error si decide darle la espalda a la mayoría antinuclear de la ciudadanía», agregó, según un comunicado de la organización. Según Greenpeace, la central nuclear de Garoña, inaugurada en 1971, está «totalmente amortizada desde hace años» y es «una central nuclear obsoleta, aquejada de graves problemas de seguridad». Su permiso de explotación termina en julio de 2009, pero la compañía propietaria Nuclenor ha pedido una prórroga de otros 10 años para la central. «No hay ningún motivo económico, ni energético, ni medioambiental ni social al que el Gobierno pueda agarrarse para incumplir su compromiso de cerrar Garoña y las demás nucleares», declaró Carlos Bravo, responsable de la campaña de energía nuclear de Greenpeace. «Garoña está más que amortizada, su escasa producción eléctrica está sobradamente compensada por el incremento anual de la electricidad renovable, tiene serios problemas de agrietamiento por corrosión, y el rechazo social que genera es manifiesto», agregó.
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