La crisis ha supuesto el fin de un periodo excepcional en la historia de la inmigración en España y ha abierto un compás de espera.
Tras una década con un crecimiento de la inmigración, que no tiene parangón en el resto del mundo, esta se ha frenado como consecuencia, entre otros factores, del impacto del paro en el sector de la construcción que estaba ocupado esencialmente por trabajadores extranjeros.
Según el Anuario de la Inmigración en España del 2009, el desempleo alcanza ya a casi 1,2 millones de inmigrantes. Según este estudio, la cifra del paro entre los nativos era del 15% a mitad del 2009, doblando el porcentaje de dos años antes.
Pero entre los inmigrantes la cifra de desempleo era del 26,9%. Un dato fundamental es que la crisis ha afectado especialmente a varones inmigrantes, con un paro del 30%, mientras que entre las mujeres inmigrantes es tan sólo del 17,1%, bastante por debajo incluso del de los varones nativos (23,8%). Otra consecuencia importante es la reducción en la incorporación efectiva de inmigrantes al mercado de trabajo.
Un efecto que agrava comparativamente el paro de los inmigrantes es que la pérdida de empleo impide la renovación del permiso de trabajo y residencia. Eso entraña el peligro de que se vean obligados a permanecer en situación irregular o a retornar a su país de origen. Pese a los planes de apoyo, las cifras de retorno son muy limitadas, y generalmente marchan solo uno o varios miembros de una familia mientras que otro u otros permanecen. El descenso de las remesas ha sido notable. En el 2007 los envíos de remesas habían sido por valor de 8.445 millones de euros, al año siguiente había bajado a 7.840, pero para el 2009 la caída prevista era ya mucho mayor.
Una de las conclusiones del informe es que "se tardará mucho en recuperar el millón largo de empleo que habrá perdido el sector de la construcción".
Por esa razón los autores proponen "una política de formación continua y ocupacional" para estos parados. Otros impactos de la crisis empiezan a ser perceptibles. Uno de ellos se refiere al paso de no pocos a la economía sumergida. Otra consecuencia reside "en las graves y crecientes dificultades que encuentran cientos de miles de inmigrantes para hacer frente al pago de las hipotecas que concertaron en los años de bajas tasas de interés y mínima exigencia de garantías".
Fuente: LosRecursosHumanos.com
Hugo IM
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