Italia se encontraba anoche al borde de la parálisis. El motivo: la férrea huelga (con bloqueos incluidos) que desde el lunes mantienen los camioneros del país trasalpino y que amenaza con dejar al país sin carburante.
12-12-2007 - El 80% de las gasolineras italianas ya estaba ayer sin una gota de combustible que vender, y todo apunta a que hoy la falta de carburante afectará hoy a la totalidad de las estaciones de servicio.
Fiat, por ejemplo, se vio obligada ayer a interrumpir su producción de automóviles a causa de la falta de piezas, en un preludio de los graves daños que la huelga de transportistas podría causar a la maltrecha economía italiana al obligar a muchas fábricas y negocios al cierre forzoso. En las autopistas había tramos cerrados, imperaban las colas y la circulación era muy lenta. Y no sólo eso: en los supermercados y tiendas de alimentación comenzaba también a notarse la falta de productos frescos y escaseaban la leche, los quesos, las verduras, las frutas, la carne y el pescado. «Calculamos que tenemos provisiones suficientes sólo hasta el sábado. Pero la situación corre el riesgo de resultar insostenible a partir del jueves», aseguraba Gianpaolo Angelotti, presidente de la federación de carniceros.
«En las próximas 24 horas sufriremos parálisis total», advertía ayer Luca Squeri, presidente de la Federación de Comerciantes. El ministro italiano de Transportes, Alessandro Bianchi, ordenó suspender a partir de la medianoche de ayer la huelga. La protesta había recibido la desaprobación del primer ministro, Romano Prodi, que manifestó que ésta «no es la manera de afrontar estos problemas», según recoge el diario Corriere della Sera.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario